Acceso universal

El CERMI Comunidad de Madrid denuncia el alto riesgo que provoca la habilitación de las aceras para el tránsito de bicicletas

27/09/2011

Las personas con discapacidad que presentan pérdidas de audición, visión, dificultades de comprensión del entorno o problemas en su movilidad, ven seriamente comprometida su seguridad a consecuencia de la implantación progresiva de “la acera-bici”, que el CERMI de Madrid considera una medida inapropiada e, incluso, irresponsable.

La proliferación de las denominadas “aceras-bici” y los planes existentes para su ampliación, incrementan los riesgos de los peatones y, en especial, los de las personas con discapacidad, niños y ancianos a la hora de transitar por las aceras.

Actuaciones en la calle O’Donnell, Madrid RIO (“senda ciclable”) o la recientemente concluida calle Serrano, son muestras diarias de la inseguridad que este tipo de actuaciones genera en peatones y ciclistas.

El intento de paliar el problema mediante la situación en la parte más exterior de las aceras de la zona para el tránsito de las bicicletas, no resuelve la situación de inseguridad dado que, viandantes y ciclistas, confluyen de manera ineludible en puntos especialmente sensibles como pasos de peatones, paradas de autobuses o de taxi.

Absoluto rechazo

El CERMI Comunidad de Madrid, tras observar las actuaciones llevadas a cabo por el Ayuntamiento de Madrid en cuanto a la implantación de las denominadas “aceras-bici”, quiere mostrar su más absoluto rechazo a esta medida por significar un alto nivel de inseguridad para las personas, tanto peatones como ciclistas. Los riesgos y conflictos diarios que se producen al intentar compatibilizar el tránsito de unos y otros por las aceras pueden llegar a generar una situación, con el tiempo, insostenible.

La aplicación de términos como “acera-bici”, “senda-ciclable”, etc. sólo pretende ocultar, en la práctica, en unos casos errores de bulto en el diseño de un determinado entorno o, en otros, la falta de una apuesta clara y decidida por la potenciación del uso de la bici y el transporte público como alternativas de movilidad saludables y sostenibles respecto de la utilización del vehículo particular.

Un ejemplo claro de error es la denominada “senda ciclable” instaurada a lo largo del Parque Lineal del Manzanares (Madrid RIO), término que pretende ocultar la realidad de un cuestionable diseño, que hace confluir cualquier fin de semana, en un camino de no más de 10 metros de ancho, a miles de peatones con ciclistas, patinadores, vehículos de pedales de alquiler etc., produciéndose continuas situaciones de enfrentamiento, roces, atropellos y conflictos puestas de manifiesto por los medios de comunicación y colocando, entre otros, a personas mayores, niños y personas con discapacidad, en serios riesgos.

Según el Comité, "un ejemplo de falta de apuesta por la bici en detrimento del vehículo particular ha sido la reciente actuación en la calle Serrano y la instauración de una “acera-bici” que nadie respeta, no está bien señalizada, no alienta a los ciclistas a su uso y que termina por chocar con los viandantes en los numerosos pasos de peatones que permiten el cruce de la calle Serrano y en las también numerosas paradas de autobús situadas en ésta".

Por otra parte y, posiblemente por la anticipación de este tipo de problemas, capitales como París o Londres que desarrollaron actuaciones muy definidas para el fomento de la utilización de la bicicleta, no han optado por su incorporación a las aceras hecho que, por otra parte, desagrada especialmente a los propios usuarios de la bici, sino por su protección respecto del vehículo particular.

El CERMI Comunidad de Madrid pide a la sociedad madrileña la reflexión sobre el problema que está generando para todos la actual proliferación de “aceras-bici” y, en algunos casos, los equivocados y nefastos diseños de entornos para procurar su uso.

El CERMI solicita, además, una inmediata reconsideración del asunto por parte del Ayuntamiento de la capital indicando que, por encima de cualquier otra circunstancia, la garantía de seguridad de las personas, la tranquilidad de los peatones en la utilización y tránsito por las aceras y el compromiso de no retroceso en la concepción de espacios de paso y paseo pacíficos, confortables y seguros para los viandantes, sea lo que finalmente impere por encima de cualquier otra circunstancia.

El CERMI de Madrid pide al Ayuntamiento que realice una política atrevida y decidida de fomento de la bici, no a costa de la seguridad de las personas que transitan las aceras, sino mediante la priorización de su uso respecto al de los vehículos particulares implementando, en su caso, verdaderos “carriles-bici”.